Blas Malo escribió: ↑Sab Jun 06, 2020 7:28 pm
La pregunta del momento. Este Covid19 (que aún dará coletazos) ya ocupa un lugar en la Historia, con un cambio de costumbres, situaciones comunes, lo que están llamando en España la "Nueva Normalidad"... Hablemos del futuro. ¿Crees que dará lugar a argumentos de novela a corto plazo, o más bien a largo plazo? (¿Será esto una anécdota olvidada dentro de 100 años, como ya no se recuerda la plaga de peste de Justiniano en s.VI, o de la de 1348?)
Y con todas las presentaciones físicas de libros que se han cancelado y que "cambiarán" de ahora en adelante, ¿ves el panorama literario con prudente optimismo o con preocupación?
"La nueva normalidad"... qué término tan triste y falaz, ¿verdad? Me recuerda demasiado a otros igual de infames, como "cristianos nuevos". Es un oxímoron, un dislate: si es normal no es nuevo, es normal-de-siempre. Eso es como decir "medio normal", o "medio embarazada", o "medio muerto". Llamemos al bicho por su nombre: depresión, bajón, crisis, incertidumbre, y ese término que tanto les gusta emplear a los reseñadores para calificar épocas del pasado de nuestras novelas: "convulsión".
Las epidemias siempre han sido un festín para los autores y lectores afines al morbo histórico (lo digo con cariño, pues me cuento entre ellos), porque lo incluye todo, por definición: sufrimiento, enfermedad terrible, muertes, injusticia, censura, tabús, un vistazo a la intimidad más privada de todos los personajes afectados... Nuestra época, aunque interesante a su manera, carece del colorido y las costumbres abigarradas de épocas pasadas, por desgracia, y sus protagonistas actuales, y me refiero a políticos nacionales y mandatarios internacionales (OMS, UE, etc) ahora mismo no es que inspiren precisamente ni admiración, ni confianza, ni respeto (salvo los héroes anónimos, como los sanitarios, fuerzas del orden, voluntarios, personal docente, etc., que sí se merecen esa novela). Dicen que las grandes crisis son la madre de los grandes estadistas, pero no veo ningún Carlomagno, Eduardo III, Churchill, o Pombal hoy día.
Creo que la mejor novela de testimonio sobre esta pandemia será la que se centre, por una vez y exclusivamente, en esos héroes de carne y hueso, desde el anciano que cede su botella de oxígeno a otro joven para que éste sobreviva, hasta el maestro que jamás ha enseñado a distancia y se pelea hasta el insomnio con el sistema informático surrealista para no fallar a sus alumnos, hasta el repartidor voluntario que lo ve todo, lo oye todo, la miseria y la grandeza, la ruindad y el desinterés, y que, si contara solo una parte de lo que ve, daría para más de una novela.