Página 1 de 1

La hija del bosque (I) - Juliet Marillier

Publicado: Mié May 08, 2019 5:57 pm
por ycusas
Imagen

EDITORIAL: Edhasa
MATERIA: Ficción clásica
TRADUCTOR: Libertad Aguilera
COLECCIÓN: Fantasy-Nebulae
ENCUADERNACIÓN: Cartoné
Nº PÁGINAS: 576
ISBN: 978-84-350-2106-7
EAN: 9788435021067
DIMENSIONES: 250 x 175 mm.
PESO: 1140
FECHA PUBLICACIÓN: 01-03-2006
PRECIO: 34.50€ (33.17€ sin IVA)

Sieteaguas, el último reino irlandés, se mantiene al margen de las invasiones de sajones y britanos gracias a la protección de una impenetrable esperusa en la que, según cuenta la leyenda, la Dama del Bosque protege a sus habitantes. El señor del reino, Lord Colum, es padre de seis hijos: Liam, el espíritu de liderazgo hecho hombre; Diarmid, amante de la aventura; los gemelos Cormack y Conor, cada uno con su vocación, el suversivo Finbar y compasivo Padriac. Sin embargo, será su única hija, Sorcha, a la que el padre no puede ver por considerarla la causa de la muerte de su amada esposa, la encargada de proteger a su familia no sólo de la magia oscura que se ha cernido sobre ella, sino también de la amenaza de la invasión de los britanos. Todo parece perdido cuando cae en manos del enemigo, pero SOrcha cuanta aún con la protección de la Dama del Bosque.La mezcla de corte histórico, cultura celta y un fuerte componente ecologista, hace que esta novela haya despertado el interés de muchos lectoes en el mundo, desde japoneses, alemanes, ingleses, Holandeses,... y ahora esperamos que despierte el interés de los lectores españoles.

Re: La hija del bosque (I) - Juliet Marillier

Publicado: Dom Jun 30, 2019 5:36 pm
por JavierPellicer
Excelente novela que leí hace ya bastantes años. Al principio uno la emprende con la idea equivocada de que está ante una novela de corte juvenil fantástico, pero pronto la historia te lleva a algo mucho más serio. Muy dura por momentos, trata temas que rara vez se muestran en la fantasía, especialmente con semejante crudeza, lo cual es desconcertante porque se supone que los mundos fantásticos suelen ser lugares de gran violencia. Y lo hace sin subterfugios, sin esconder ni maquillar, pero al mismo tiempo con un hálito de esperanza.